En la actualidad los tacos envenenados son un platillo popular en Zacatecas por ser ricos, diversos y económicos. Pues la receta se ha modificado lo suficiente como para acompañar con carne o queso su tradicional relleno de papa, frijol y chorizo. Además de que se sirven con salsa, cebolla caramelizada y hasta con chiles toreados o vegetales.
Se dice que al momento de comer los trabajadores no tenían muchos cuidados y no lavaban sus manos, así que los minerales con los que tenían contacto terminaban siendo depositados indirectamente en la comida y al consumirlos eventualmente se intoxicaban y morían, culpando a los tacos de esta hazaña.
Por otro lado de la historia se menciona a don Lauro, un modesto comerciante que en año de 1940 empezó con su negocio de tacos en un pequeño local cerca de una estación de ferrocarril.
A pesar de tratarse de un pequeño negocio, don Lauro tenía una gran oferta de ingredientes para los que llegaban a disfrutar de sus tacos. Eso sí, los más gustados estaban hechos con una tortilla grande rellena de frijoles, papa, chorizo y queso. Los tacos se sumergían en manteca hirviendo hasta que doraran, para posteriormente servirlos a la hambrienta y apetitosa clientela.
Cuentan los que llegaron a conocer a don Lauro y su puesto de tacos que el nombre surgió debido a su humor un tanto ácido, pues fuera del local había colocado una manta que decía “si quiere envenenarse, coma tacos”. No con eso, los clientes le preguntaban cuál era el secreto del sabor de sus tacos, y él respondía que “veneno”.
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